martes, 6 de junio de 2017

MIS MOMENTOS

En este libro de Andrea Camilleri se recopilan una serie de encuentros con personas conocidas, Primo Levi, Pasolini, Antoni Tabucchi, pero la gran mayoría son desconocidas como U zú Filippo el jefe mafioso del pueblo imputado por dos asesinatos y que presumía de haber sido absuelto por falta de pruebas, eso para un mafioso era como recibir una medalla de oro. Minuca, el aparcero del abuelo, que contaba historias fabulosas a los recolectores mientras comían a la sombra de un gran árbol. Un momento delicioso: Emanuele Cassesa, profesor de italiano en el instituto que rondaba los cuarenta años y al que habían dado inútil para el reclutamiento. Un pequeño resumen del momentazo.

-Pero profesor me parece que oye usted perfectamente.-Entonces estaba sordo.Pasaba las noches en garitos clandestinos prohibidos por el régimen fascista. Algunas mañanas se presentaba en clase adormilado; nos rogaba que cerráramos las contraventanas y que permanecieramos, por lo menos diez minutos, en silencio. Uno de nosotros se encargaba de despertarlo al cabo de un cuarto de hora. No era fascista y si le obligaban a ponerse la camisa negra se tapaba con una chaqueta abotonada hasta arriba. Nos explicó la Divina Comedia de modo que todos entendiéramos hasta las cosas más abstrusas. A partir de la sexta lección sobre Dante ya no continuó, según nos explicó el salario solo llegaba para seis clases. Si queríamos que siguiera teníamos que pagarle.-Pero profesor si no tenemos dinero ¿Cuánto nos costaría su clase?-No mucho. Un paquete de cigarrillos Macedonia a la semana. En la colecta participó toda la clase y todos los lunes le dejabamos un paquete sobre la mesa. Años más tarde comprendí que lo de exigirnos eso que llamaba pago era una habilidosa maniobra para hacernos partícipe de su clase, incluso aquellos que se habían mostrado más apáticos y menos atentos. Él nunca suspendió a nadie.-Chicos, poneos de acuerdo y dadme los nombres de dos o tres para que recuperen en Octubre.Después de feroces discusiones que acababan en votación salían los nombres de dos o tres estudiantes a los que les quedaría la asignatura para octubre.Otro día, aprovechando un pasaje de Dante, "no nacisteis para vivir cual brutos, sino para perseguir la virtud y el conocimiento", nos explicó que perseguir la virtud y el conocimiento solo es posible en una sociedad justa, y entonces se dejó llevar hacia una maravillosa lección sobre la libertad que, en la práctica, era un violento e indirecto ataque contra el régimen fascista al que en aquella época estábamos sometidos.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario