Cuenta el autor que una docena de agentes literarios rechazaron el borrador que les había enviado sin llegar siquiera a contestarle. Entonces decidió mandarlo a una pequeña editorial, Holland House Books de Newbury y el editor Robert Peett respondió con mucha rapidez para decirle que el libro le parecía demasiado bueno para su editorial. Al día siguiente envía el manuscrito a Marilia Sarvvides que le responde que el proyecto iba a ser la bomba. El juego de los espejos está bien escrito crece en intensidad a medida que se van consumiendo paginas y el final no deja ningún cabo suelto. E.O. Chirovici cita a un autor francés que en cierta ocasión dijo que el recuerdo de las cosa pasadas no siempre son tal y como ocurrieron. La mente humana maquilla y falsifica los recuerdos.
El agente literario Peter Katz recibe un manuscrito titulado el Libro de los Espejos, las memorias de un tal Richard Flynn, en las que habla de su juventud y de su relación con Joseph Wieder un reconocido psicoanalista especializado en la memoria perdida. El manuscrito que recibe Peter no está completo y acaba de una manera inesperada. Cuando trata de conseguir el resto del borrador se encuentra que Reichard Flynn a muerto. Un periodista de investigación trata de hacerse con el resto del manuscrito y con ello reconstruir los hechos. El enigma lo termina resolviendo un detective jubilado que llevó el caso en su momento, hace más de veinte años. El libro se divide en tres partes con el nombre de cada uno de los que participan en el esclarecimiento de los hechos. Peter Katz, John Keller (periodista) y Roy Freeman(detective). Cuando un libro me gusta no tengo prisa por terminarlo pero esta novela es distinta, quedas atrapado en el juego de los espejos.
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