EL HILO DE LA REALIDAD

LA DERECHA NO tiene votantes tiene feligreses" José Sacristán. La fe mueve montañas devotos.

EL HILO DE LA REALIDAD une mi móvil de tarjeta prepago con M. Gracias a que la unión hace la fuerza me puedo mantener atado al mundo de los deseos. "Cuando acabes la conferencia en el bar trae el pan y una docena de huevos". Algunas veces envío un mensaje al centro de mando. "Llámame necesito oír el himno del Sporting".

EN SEMANA SANTA siguiendo las enseñanzas de Dolores de Cospedal me puse unos calzoncillos Abanderado a media asta con el arma a la funerala.

CUANDO A. estaba reformando la casa de M.S. andaba por encima de la cunia y, temiendo que se hundiese, M.S. le advirtió de que tuviera cuidado. A. le respondió que no había ningún peligro porque esas varetas entrelazadas que formaban la cunia eran de castaño cortadas en la Luna buena de Enero. La casa tenia más de cien años. La cunia se colocaba encima del hogar y servia para poner las castañas y avellanas a curar. También se colocaban hojas de maíz una vez esbillado. Las hojas curadas servían de relleno de colchón. Las hojas pasaron de la cuna al colchón.

HAY UN PROVERBIO japones que dice. "Nada es más caro que lo que no tiene precio". Si precio es lo que pagas y valor lo que recibes, un máster que te regalan no tiene ningún valor.

ESCULAPIO ERA EL rey romano de la medicina. Las últimas palabras de Sócrates antes de morir: "Critón, debemos un gallo a Esculapio, no te olvides de pagar esa deuda". En aquella época sacrificar un animal para ofrecérselo a Esculapio era una forma de agradecer una curación. Las palabras de Sócrates se interpretan como una ironía. "La muerte todo lo cura".

CUANDO UN GALLO cantaba de noche, se pensaba que anunciaba una muerte, se iba por él al gallinero y se le sacrificaba. Cuando el reloj de la naturaleza empiece a adelantarse lo mejor es ofrecérselo a Esculapio como "Pitu de calella con patatines".

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