lunes, 16 de abril de 2018

ORDESA

Las nubes enmudecen a tu paso hacia el olvido absoluto. Ordesa es una carta de amor a los padres. Somos una novela en marcha que va dejando por el camino abuelos, padres, familias enteras. "Primero eres hijo, luego te conviertes en padre y en ese transito están todos los misterios de la vida". La perdida es mucho peor que la soledad. Perdida de padres y, según el autor, del contacto con los hijos. Primero afrontamos la vida todos juntos, luego, los hijos, crean su propia trinchera. Me emocionan los padres jóvenes y responsables de su paternidad: adoran a sus hijos, pero sus hijos los olvidarán. Niños adorados por sus padres que cuando sean mayores no podrán recordar. Regresar a Ordesa es para el autor volver al reino donde su padre fue feliz. Mi padre vendía poco textil y yo vendo pocos libros, somos el mismo hombre. Ordesa es un libro triste que merece ser leído. El autor logra, con el sarcasmo, levantarnos algunas sonrisa. Los muertos, hartos de mi madre, estarán esperando que sea ella la primera en resucitar. El epílogo cuenta la historia de la familia en forma de poemas. Quizá no supe expresar bien lo que sentí leyendo este libro que contiene, no una vida, sino muchas, la de cualquiera de nosotros camino de la soledad más absoluta. Porque puede que al final la que acabe derrotada sea la soledad. Y pude que al fin descubras que el único que no es un coñazo absoluto seas tu mismo.


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